Salamanca 2005. Plaza Mayor de Europa | |
La
Plaza Mayor de Salamanca está en el año 2005 de enhorabuena y todos debemos
disfrutar y participar de este acontecimiento. Habrá que soplar 250 velas y
hacer realidad un deseo: que el ágora y Salamanca sirvan de lugar de encuentro,
simbólico y real, no sólo a los privilegiados ciudadanos que la transitan y
viven, sino a toda clase de visitantes y para todo tipo de actividades
culturales y foros de reflexión. Se pretende, en definitiva, que el aniversario
del monumento constituya otro importante hito en la consolidación y proyección
exterior de Salamanca, la del pensamiento y la cultura, de una ciudad con
vocación internacional que no debe anclarse en el pasado, sino abrirse a la
participación, la reflexión y las vanguardias.
Salamanca 2005, Plaza Mayor de Europa, es el lema que distinguirá este
acontecimiento para el que se elaborará un programa de actos completo y
atractivo con el que emocionarse, contemplar, participar, disfrutar, pasear,
entrar o salir. Se convertirá, con carácter excepcional, en escenario en el que
se recrearán algunas de las funciones para las que fue construida, sin olvidar
su condición de espacio de sociabilidad y actuando como foro de reflexión.
La Plaza Mayor de Salamanca es el espacio urbano más importante del casco
histórico de la ciudad. Una gran sala de estar, el monumento más querido y
vivido por los salmantinos y la puerta de entrada a la ciudad, incluso al mundo,
para los forasteros; más aún, el comienzo y fin de su vida. 250 años, más que
mayor de edad, la hacen poseedora de incalculables valores y significados: arte,
historia, estética; pero además, es también escenario de actividades públicas de
todo tipo, corridas de toros, mercados, ajusticiamientos o paseos. Es, como han
escrito "el corazón vivo y palpitante de la ciudad, ágora ciudadana, foro
comercial y anfiteatro festivo en una pieza". Conocer la historia de España a
través de sus genuinos medallones o los cafés, bares y terrazas donde sentarse a
tomar algo, son otros de sus atractivos. Porque la Plaza Mayor es el lugar por
el que todo el mundo pasea, mira y al mismo tiempo es observado. Y durante estos
años ha sido y es el centro político y social y el lugar de reunión de la
ciudad. De reunión, encuentro y acogida: en definitiva, la mejor puerta de
acceso a los secretos de la ciudad que la ha visto nacer.
La
construcción de la Plaza Mayor comenzó a gestarse en 1729, cuando Felipe V
visitó la ciudad y decidió premiarla con un nuevo ágora en agradecimientos al
apoyo de la ciudad a su causa en la Guerra de Sucesión. Fue construida en el
solar que ocupó la antigua plaza de San Martín del Mercado. La plaza se terminó
en 1755 y consta de cuatro fachadas de tres pisos de altura cada una y de
diferente longitud todas ellas. En el centro de una, la orientada hacia el
norte, se erige el edificio que alberga el Ayuntamiento de Salamanca, sobre el
cual existe una espadaña con tres campanas y cuatro esculturas alegóricas de la
Agricultura, la Industria, la Música y la Poesía junto a esta. En lo más alto
del edificio del ayuntamiento se alza una veleta sobre la que se instala la
célebre "Mariseca" cuando las fiestas
municipales se acercan. Las fachadas se levantan sobre 88 arcos de medio punto,
en cuyas enjutas están labrados los famosos medallones, que representan a
personajes unidos a la historia de la ciudad o los reinos de España. Así,
Pizarro o Hernán Cortés, conquistadores de América, comparten escenario con
literatos como Cervantes o Unamuno, artistas de la talla de Tomás Bretón o el
célebre guerrillero Julián Sánchez el Charro, quien combatió a los invasores
franceses durante la Guerra de la Independencia de principios del s. XIX. Los
reyes castellanos y leoneses y de España cuando ésta surgió como estado moderno
también están esculpidos, desde el monarca salmantino Alfonso IX de León hasta
Carlos III o los actuales reyes Juan Carlos I de Borbón y Sofía de Grecia. Como
ninguno de sus lados tiene las mismas medidas, la Plaza Mayor adolece de cierta
irregularidad que, no obstante, no desmerece en nada su belleza monumental.
La
Plaza Mayor se levantó usando la celebérrima piedra de Villamayor, con la que
están construidos la mayoría de los monumentos de la ciudad y que otorga a esta
su característico color dorado, debido a que la piedra es rica en hierro. El
responsable de la construcción del ágora fue Alberto Churriguera, aunque el
ayuntamiento fue proyectado por Andrés de Quiñones. El estilo de la plaza es el
churrigueresco, variante del barroco que se caracteriza por su ornamentación y
detalle. Los usos que se han dado a la Plaza Mayor han sido de lo más variados,
desde coso taurino hasta escenario de convenciones, exposiciones y muestras de
cualquier tipo. El ágora estuvo ajardinado hasta los años 50,e incluso en
aquella época se pensó en construir un aparcamiento en ella, antes de
peatonalizarse. Hoy en día es el corazón de la ciudad, punto obligado de reunión
de los salmantinos y visitantes y núcleo vital de la villa. La plaza es la
desembocadura de algunas de las calles más importantes de la ciudad y el punto
de partida de quien desee visitar el centro histórico de Salamanca.
Además, debido al acontecimiento del 250 cumpleaños de la Plaza Mayor, habrá un cambio
en los celebérrimos medallones. Se tallarán algunos nuevos y puede que otros
vean variar su contenido, al menos temporalmente. Se cerrarán los relieves sobre
la dinastía de los Borbones, ya que faltan todavía algunos monarcas de esta rama
regia, como Isabel II o Fernando VII. Las dos épocas republicanas españolas
también se verán reflejadas en el inmortal monumento mediante dos alegorías. La
novedad más llamativa estará en el proyecto de contar con ocho medallones
digitales. Se pueden incluir desde fragmentos de la historia de la plaza e
información turística de Salamanca a caracterizaciones de algunos personajes
relevantes que no cuentan con su correspondido retrato en piedra.
De lo
que no hay duda es que debido a la celebración de distintos actos en la
Plaza Mayor con motivo del 250 aniversario, se verá continuada la tradición del
lugar en acoger todo tipo de eventos. A lo largo de su historia en ella se han
producido desde fiestas populares a eventos
políticos. Sin ir más lejos, el que fuera rector de la Universidad de Salamanca,
Miguel de Unamuno, proclamó la II República a los salmantinos desde el balcón
del edificio del ayuntamiento. Manifestaciones, celebraciones deportivas y hasta
partidas de ajedrez gigante, se han celebrado en el magno escenario. Tal es la
relevancia que la plaza tiene para la ciudad que existe una norma, aún vigente,
que dicta que el féretro que contenga el cuerpo de alguien que haya sido alcalde
de Salamanca tiene el derecho a ser portado dando una vuelta de honor bajo los
88 arcos de piedra del ágora.
Si quieres saber algo más de esta impresionante construcción arquitectónica,
puedes obtener más datos sobre su valor monumental en
la respectiva sección Salamanca monumental;
o bien puedes visitar la web oficial
del acontecimiento de conmemoración del 250 aniversario:
www.salamanca2005.org.
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